He intentado ser bastante detallado para reflejar que este tipo de personas te van lanzando sus «mierdas» desde el principio, son cosas muy sutiles, pero una vez te informas y descubres a esta gente tóxica te das cuenta que has sido condicionado desde el primer momento y que han ido mermando tu moral y autoestima poco a poco. Mira que desde el inicio noté que algo no cuadraba pero no le di importancia.
Ante todo, gracias una vez más por esta web, sin haberla descubierto me habría sido imposible saber que c*jones ha pasado con una (ex) amiga que supuestamente tiene TLP con rasgos narcisistas o al revés. No tengo ni idea, igual es que simplemente es ultra tóxica, lo único que sé es que la quiero lejos de mi vida porque estoy muy cansado de tanto mareo, maldad y oscuridad.
No le deseo ningún mal, aunque tengo que reconocer que este sentimiento varía según el día, simplemente quiero que desaparezcan tanto ella como su recuerdo.
Es muy triste aceptar que el buen rollo que teníamos, la complicad, etc. fue todo una manipulación enorme para ¿robarme el “alma”? ¿para subirse el ego? ¿para disfrutar haciendo daño? Lo escribo y me doy cuenta de lo oscuro que es todo, tardaré tiempo en digerirlo.
Mi caso es distinto a los de la mayoría porque a mí solo me han “rozado” y no he estado dentro de una relación. No me quiero ni imaginar lo que es tener a una persona de estas a nivel de pareja.
Sin contar el tema sexual, mi caso ha sido muy similar a los que he leído por aquí; bombardeo de amor (ella con novio al que al principio ocultaba), devaluación y (creo) descarte. Es extremadamente revelador descubrir el “ciclo del abuso narcisista” y ver como lo que no tenía sentido empieza a cuadrar.
Conocí a Regan en las clases de spinning del gimnasio y prácticamente desde el día uno hubo una atracción un poco rara. Todavía llevábamos la mascarilla, así que realmente nunca lo noté como algo físico.
Me gustaba el cúmulo de sensaciones que ella me transmitía, pero no acaba de averiguar el porqué de ese “enganche”.
Por lo que he leído después, este tipo de personas son extremadamente magnéticas, además parece ser que crean un PERSONAJE a medida para la “víctima”.
Ya digo que veníamos de la Pandemia y admito que yo tenía muchas ganas de conocer gente. Esta chica era perfecta para lo que yo estaba buscando, una amiga nueva “con la que ir a tomar algo en días tontos y lo que se tercie” … (tengo unos amigos a los que he mareado con la historia y les hace gracia esta expresión ).
PRIMERA FASE
En esta primera etapa ya noté algún comportamiento un tanto extraño en Regan, pero lo achaqué a la diferencia de edad. Yo le proponía hacer cosas y ella aceptaba, aunque nunca llegábamos a quedar. También pensé que igual era que tenía pareja.
Por otro lado, sufrí alguna devaluación bastante sutil que después “superaba” al recibir otra vez su (exagerada) atención. Me empecé a obsesionar y a darle vueltas a nuestras interacciones, había algo “raro” que se me escapaba.
Tengo cuarenta y tres años y lo que estaba “viviendo” era extraño. Durante esta fase también nos llegamos a contar cosas bastante íntimas y en alguna ocasión me habló de que ella podía ser tóxica, pensé que era una broma del gremio porque que Regan es psicóloga.
El día de mi cumpleaños fuimos a tomar algo y de forma surrealista intercambiamos los teléfonos, curiosa la forma en la que me lo pidió, hizo como si fuera yo el que se lo había pedido, y curioso porque noté como si tuviera “miedo” de tener esa nueva vía de comunicación.
Me habló de su novio y me dio a entender que no estaban bien del todo (por fin, ahora sus “cambios de estado” tenían explicación). Estuvo muy bien y me dijo que otro día teníamos que repetirlo con más tiempo (jamás volvimos a quedar).
Ese día me dijo que le diera un abrazo de despedida y me pareció un tanto extraño, pero, entre que es psicóloga y que presume de tener mucha empatía (sí, muchísima) y muchos sentimientos, lo vi coherente con su manera de ser.
Me fui muy contento y tranquilo ese día, pensando que había resuelto la mayoría de las dudas sobre ella.
REGAN: Oye, ¿quieres escuchar el audio del máster?
YO: Vale.
REGAN: ¿Pero tus auriculares son con cable? ¿Hay que vincularlos al móvil?
YO: Si, pero no lo voy a hacer que es un lío. Envíamelo.
REGAN: Entonces tendremos los números de teléfono.
YO: Si no quieres me lo puedes enviar por email, o no me lo envíes (yo estaba bastante desconcertado )
REGAN: No, no. Va, te lo envío (cómo si hubiera pedido yo el número). Dame tu número. (Se lo doy) Huy, huy, ahora podremos enviarnos mensajitos…
SEGUNDA FASE
Regan comenzó a enviar mensajes y evidentemente yo también, además empezó un “tonteo” por su parte bastante evidente que yo tenía que haber cortado de raíz, pero claro, entre que me estaban (nos estábamos) subiendo el ego de manera exagerada y que uno nunca acaba de estar seguro de estas cosas me dejé llevar por la marea.
Nunca fueron mensajes subidos de tono, si no con mucha complicidad, alegría, alabanzas, etc. Esta fase duró dos-tres semanas bastante intensas hasta que apareció “El Incidente”
EL INCIDENTE
No lo voy a explicar detalladamente porque es largo. Aquí creo que me yo también me comporté como una persona tóxica debido a la mucha tensión acumulada y a que Regan usó la técnica del “hombro frío”.
No me estoy justificando, estoy explicando lo que pasó, lo tenía que haber visto y no entrar en su juego. Me dolió mucho lo ocurrido ese fin de semana y mi reacción. Le acabé regalando unas entradas para que fuera con el novio al “Cirque du Soleil” (supuestamente Regan es fan de esas cosas).
Ella me había preparado una fiesta de cumpleaños, me había tratado muy bien (¿o no?) y de ninguna de las maneras quería perder su “amistad”. Le envié las entradas, lo que le provocó una ilusión enorme, chateamos y le dije que teníamos que hablar “en directo” (jamás llegó esa conversación, y mira que lo intenté).
Regan me pidió perdón de una forma un tanto maquiavélica, me dijo algo así: “no pasa nada, porque como soy psicóloga, sé que tu comportamiento ha sido por la falta de cariño”. En fin, lo dejaremos aquí.
Esas entradas las sacaría muchos meses después sin venir a cuento para ¿molestar-herir-despreciar-humillar? Ni la más remota idea, pero lo hizo sin ningún tipo de empatía, me dio hasta “miedo” ver esa condición en un ser humano y me dejó totalmente noqueado. Esas p*tas entradas han sido uno de los regalos que he hecho con más cariño en toda mi vida.
TERCERA FASE
Iba con muchas ganas de hablar tras “el incidente” y cuando la vi no quiso hablar, es más, se despidió con un gesto burlesco de los suyos (primera vez que lo vi y me sorprendió), muy de niña pequeña.
Ese día volví a casa muy desquiciado al no entender que había pasado. ¿Habría tenido problemas con su novio por mi culpa? ¿Esta es la chica que presume de asertividad, de que hay que hablar las cosas? C*ño, que es psicóloga, pensaba que les gustaba buscar soluciones a los problemas.
Dos días antes se había despedido con un mensaje de un beso con un corazón. ¿Qué ocurrió en esa franja de tiempo en la que no interactuamos? Ni idea.
Me acabó diciendo por WhatsAPP que ni su novio ni ella aceptaban las entradas (nunca me explicó los motivos) y le dije que vale, que yo iría a mi bola. Estaba muy saturado y no veía una relación sana entre nosotros. Regalé las entradas por un cumpleaños, quedé de p*ta madre y dejé de ir a las clases.
Ella me borró de los contactos o de los estados, sí, porque Regan es de esas que cada dos por tres pone chorradas de la amistad, la vida, la felicidad, etc.
Nos volvimos a encontrar alguna vez, acabamos “relacionándonos” de nuevo y ella comenzó con la dinámica de hoy te saludo, otro día te veo y no te digo nada, ahora hablas y yo miro para otro lado, etc.
Esto le encanta y parece que lo disfruta, aquí ya vi un par de veces su “cara de maldad” al notar que me estaba dañando, aunque mi cerebro lo descartaba al no creerlo.
¿Cómo puede ser que una chica tan simpática, agradable, vital, que te ha contado cosas íntimas, pueda sonreír como el villano de una película? Ahora gracias a esta y a otras webs, y a algún libro que he leído, sé que hay enfermedades muy complejas que desatan el caos a su alrededor. En su momento me dejó muy tocado porque no entendía nada.
Al final se marchó de vacaciones, pensé que volvería más calmada y que podría acabar comprendiendo algo .
CUARTA FASE
Pues el primer día de la vuelta de las vacaciones estaba yo hablando con otra conocida y se puso a hablar con ella ignorándome totalmente. David me dijo que este comportamiento fue muy tóxico.
OTRA: ¡Hola Regan, cuanto tiempo!
REGAN: ¡Hola! (se acerca y le da un abrazo, a mí ni me mira)
Se pone a hablar con la otra, sigue sin decirme nada.
YO: Hola, eh, que yo también estoy aquí.
REGAN: Es que hace mucho tiempo que no la veo.
Da dos pasos hacia mí, hace un amago de abrazo, se tira para atrás y sigue hablando. Lo sé, muy muy surrealista.
REGAN: ¿Te quedas a la clase de ahora?
OTRA: No, ya me voy.
Regan se gira de golpe y me pregunta que si yo me quedo. ¿Qué acaba de pasar? Ni p*ta idea. Tengo que decir que ese día no me lo tomé mal, raro sí, pero no mal.
Empezó otra vez el ciclo que tanto le gusta. Unos días me quería contar cosas, otros “huía” de mi lado. “Parecía” que le molestaba si hablaba con otras chicas, incluso en más de una ocasión era un pequeño “drama” si no nos sentábamos juntos.
Buscaba el contacto personal y otros se alejaba. Me dijo que iba a empezar terapia pero no me explicaba el porqué, me decía que estaba mal y cuando le preguntaba no quería hablar.
Empiezo a notar lo de las “cáscaras de huevo”, no sabía si iba a estar simpática, borde o neutra conmigo e intento evitar coincidir con ella.
Un dia me la encuentro por la calle con el novio (yo pensaba que ya no estaban juntos) y viene como una flecha a saludarme. Justo ese día habría tenido lógica que me hubiera evitado, pero no, ese día sí que me vino a saludar…
Algún día me la encuentro y me dice que ya no nos vemos, después nos vemos y está “rara”, el bucle se repite y se vuelve a repetir.
Me dice que lo ha dejado con el novio y que si quiero ir al Sonar con ella, esto fue muy curioso por como lo dijo y porque aquí apenas teníamos relación. “iba a ir al Sonar con mi novio, pero como lo hemos dejado NO TENGO CON QUIEN IR (iré con el “matao” del gimnasio), ¿podrías venir tú conmigo?”.
Ensalzamiento y devaluación en una misma frase. Una experta. Evidentemente en su momento me lo tomé como un intento de acercamiento y le dije que si quería quedar para hablar, pues no, me contestó bastante “seca”.
HUMILLACIÓN Y ARRASTRE (Se libera el Kraken)
Me la encuentro en la puerta del gimnasio y parece que viene contenta, hacemos la clase y al terminar me dice que tiene las entradas (al principio no tenía ni idea de que eran esas entradas, pensaba que eran para un festival suyo de clown), que son para la semana siguiente.
Al especificar que eran las entradas “famosas”, le digo que no, que ya está solucionado, me insiste, le digo que ya está, me pregunta que si las he vendido, se pone pesada y le digo otra vez que ya está, que me dolió mucho todo el tema ese y que lo deje estar.
Me mira, me hace un ademán como diciendo “me da absolutamente igual, es tu problema” y se despide sin ni siquiera mirarme. El paradigma de la empatía. Fue algo más largo todo ese día, pero ya estoy siendo muy extenso.
Esa misma tarde-noche le envío un mensaje para ver que le pasa conmigo, al resto del grupo lo trataba amistosamente, nada, no contesta, pasan las horas y sigue sin contestar, le envío otro mensaje enviándola a tomar por un sitio. Otra vez había traspasado mis límites y me siento muy miserable.
Al día siguiente me contesta y me dice que no le gusta que la insulten, le pido perdón y le digo que no entiendo nada (aquí sin conocer nada del trastorno describí varias de sus características) y le digo que sabe que la aprecio (se lo había demostrado con creces). Me dice que no soy yo, que es ella.
Empiezo el contacto cero porque estoy muy harto, muy cansado y muy enfadado conmigo mismo por haber realizado actos de persona tóxica (en realidad fueron dos en toda la historia, y los dos por haber recibido previamente su “hombro frío”). Le cojo asco a la clase de spinning y dejo de ir, hasta pensé en dejar el gimnasio.
Nunca fui pesado con ella ni insistente.
DESCUBRO LA WEB DE DAVID
Pues venga a darle vueltas y a buscar por Internet alguna explicación hasta que descubro la web de David, no hace falta que diga lo que significó. “El diablo está en los detalles”.
Por fin todo empieza a encajar, aunque sea muy duro y difícil de asimilar.
Me ha dolido mucho que ella, siendo psicóloga y sabiendo que está “mal” no se haya dignado a hablar conmigo. Creo que si hubiéramos tenido alguna conversación ahora podríamos llevarnos bien, habría intentado ayudarla y comprenderla, aunque sé que tengo que asumir que esa conversación no llegará nunca.
No sé si fui un satélite de los que usan este tipo de personas, no sé si por mi culpa tuvo problemas con el novio o si me usó para sus triangulaciones. Nunca quiso hablar. Entiendo que hay un trastorno, pero repito que es duro y difícil de asimilar. Por otro lado, he descubierto que también tengo “mis cosas” y ya estoy trabajando en ellas.
ÚLTIMOS ENCUENTROS
Tenía que demostrarme a mí mismo que la podía ver sin rencor y sin “miedo” a sus posibles “ataques”, así que fui un día a la clase, nos saludamos y nos despedimos con mucha corrección, salí muy contento ese día, hasta que dos semanas después.
Regan apareció en la sala del gimnasio donde sabe que suelo estar (en algunas ocasiones vino a verme). Estaba hablando con otra conocida y entró ella, cruzamos la mirada, la saludé, pasó de mí y se puso a hablar con la otra chica (creo que se esforzó en que yo pillara fragmentos de la conversación, pero igual son imaginaciones mías).
Al rato se marchó sin ni siquiera mirarme. No sé si vino para tocar los c*jones o para hablar con la otra chica. Tengo que llegar al punto en el que me de igual lo que pretenda o deje de pretender, aunque es difícil. Ya no quiero comprender nada, solo quiero olvidarme de toda esta historia.
Una vez más gracias a David por su web y a todos los que tienen páginas similares. Es increíble la ayuda que ofrecen a tod@s los que nos hemos cruzado con un personaje de estos.
¡Saludos!