Hola a todos, me llamo María y quiero compartir con vosotros la relación de 6 años que tuve con un hombre borderline.
Superalo me ha llevado mi tiempo, mucho dolor, asimilarlo y someterme a terapia psicológica.

 

Todo empezó siendo una historia de amor que ni en las películas, momentos muy románticos y bonitos, fue todo muy rápido y enseguida empezamos a salir. Durante los primeros años fue todo muy bien, luego poco a poco empezó a cambiar sin que yo me diera cuenta, porque son muy sutiles estas personas y hacen que poco a poco caigas en la trampa sin que te des cuenta.

El en su momento fue un macarra y el típico chico malote (aunque según él se había reformado) señal que creo que también debió de ponerme en alerta, pero en aquel entonces le creí. Y también el mito del típico amor romántico con el chico malote.

 

COMIENZAN LOS COMPORTAMIENTOS ABUSIVOS

Después de estos años “tranquilos” empezaron los gritos, a hablarme mal, a faltarme al respeto, decirme cosas hirientes…

Al principio me pedía perdón hasta que llego el momento en que ya ni lo hacía, a su madre la trataba igual o peor que a mi. Le faltaba al respeto, pegaba portazos y golpes en la pared o en la puerta, yo salía a defenderla siempre que podía. Llegué a sentir pena de esa mujer (otra señal de debí de tener en cuenta).

Empezó también después el aislamiento, me aisló de mis amigos, diciendo que ellos tenían su pareja, que yo no les importaba, que a mí no me priorizaban, que para ellas lo importante era su pareja no los amigos, que ellas se iban con sus parejas y a mí me dejaban de lado.

Según el yo lo que tenía que hacer era estar con mi pareja, según porque la amistad no valía la pena. Esperaba ser mi prioridad principal por encima de otras personas igual de importantes para mi. (Manipulación para aislarme)

Estas personas tienen tal capacidad de persuasión, de manipulación, y de argumentación que parece que engañan a cualquiera, un discurso, un rollo, una capacidad para darle la vuelta a la tortilla que es increíble.

 

CONSIGUE AISLARME DE MIS AMIGOS

Al final tanta bronca, tanta comedura de cabeza, tanto decir que mis amigos eran todos malos menos uno, me termine aislando y veía a mis amigos muy poco. Luego vino lo de echarme a mí la culpa de todo, absolutamente todo hasta por nimiedades, daba igual que el la hubiera liado pardisima que yo tenía la culpa de todo.

El siempre tenía que tener la verdad absoluta de todo, nunca podía aceptar que estaba equivocado.

Me trataba como a una niña que no pinta nada en la relación, que no pudiera tomar sus propias decisiones, mis hobbies como tocar el piano o el teatro me lo despreciaba y me lo ponía como si no importaran nada.

La ira descontrolada que tenía hizo que un par de veces le tuviera miedo y me echara a temblar. Yo pensaba “si se pone asi por situaciones triviales, cuando sea algo gordo que hará”.

Si yo podía hacer nuevos amigos en el trabajo o en cualquier otro sitio parecido y eran hombres todos querían acostarse conmigo, era como si fuera yo Scarlett Johanson.

Tenía muchas pataletas de niño cuando algo no era de su gusto o como él quería, tenía poca tolerancia a la frustración. Siempre encerrados en casa sin salir porque a él no le gustaba salir.

 

Al final acabé yendo de puntillas evitando broncas, era como ir por un campo de minas con cuidado donde te va a saltar la bomba. Parecía como el Dr Jekyll y Mr Hyde.

Tenía que ir con cuidado con lo que decía porque como le llevara la contraria en algo, saltaba, y pasaba de hablar bien a cabrearse por cualquier cosa que hubiera dicho o porque me hubiera desviado mínimamente del tema de conversación.

Sin embargo el sostenía que yo era rara, que tenía yo cosas raras y con las que era difícil convivir según él.

 

EL GRAN ESTALLIDO

Una noche que estaba en su casa, quería hablar con el de algo que el hizo durante unas vacaciones y que a mi no me gustó. Al comentárselo, me monto la peor bronca que haya existido, me falto al respeto, me chilló, me dijo que tuviera cuidado que más de una se había ido a la mierda por ser una histérica, me insultó y me impuso el silencio.

Decía que no quería hablar, siempre hacia igual, teníamos bronca y no se hablaba. Según él decía que ya se le pasaría y punto y no se volvia a tocar el tema.

Pero esa vez dije que por esa no pasaba y que íbamos a hablar. Entonces me amenazó con irse, y con llevarme a casa de mis padres.

 

Fue la peor noche de mi vida, teniendo tanto que decir y que te impongan el silencio…

Dormí en la habitación de al lado. Muchas veces lo hacía asi porque aunque su cama era de matrimonio, casi siempre acaba durmiendo en un rincón. A él le molestaba no poder darse la vuelta, una vez me despertó a las 7 de la mañana, un sábado a gritos porque yo no le dejaba dormir ni darse la vuelta etc y me tuve q ir a la habitación de al lado.

Cuando esto ocurrió recuerdo  que yo tenía el móvil en mi mano y lo único que quería era llamar a mi mejor amigo y decirle “por favor sácame de aquí”, pero finalmente no lo hice.

 

Al día siguiente que volví a casa, yo estaba muy mal, se despidió y me dijo que ya se le pasaría.

Yo estaba destrozada, mi hermana me vio, me cogió y me dijo que le contara todo. Yo estaba tan mal que se lo terminé diciendo, y ella me dijo que eso era maltrato y que lo dejara.

Mis padres igual, mi amigos igual, un trozo de venda se me cayó y al tener todo su apoyo, pude poner fin a la relacion.

El ahí me pidió perdón, llorando y que si iba a cambiar, yo pensaba “ahora pides perdón después de tratarme asi y de echarme a mí la culpa como siempre”.

Lo intentó durante varios días, pero mantuve firme en mi decisión y gracias al apoyo de mi familia y de mis amigos no caí.

 

EL RECONTACTO

Pasaron dos meses más o menos, habíamos acabado mal. A mí no me gustaba acabar mal con nadie y decidí hablar con él, para acabar bien.

Dijimos de ser amigos y nos liábamos, yo pensaba que el al tener sus rollos por ahí y yo los míos, no pasaba nada, además que él andaba ya medio saliendo con una chica y nunca le hubiera pedido que la dejara por mí.

Que equivocada estaba y que tonta fui, me dijo de volver, que me quería y yo pensé en mi familia y mis amigos, no quería decepcionarles y principalmente por ellos no volví y también dentro de mi sabía que no iba a cambiar y que no podía volver con él.

Entonces el empezó otra vez con sus gritos, me faltó al respeto. Me dio a entender que a ver quién me iba a querer a mí, a ver quien me aguantaría a mí, que no había manera de volver conmigo y encima yo tenía la culpa de que el estuviera viéndose con otras tías. En ese momento yo le dije hasta aquí y que eso ya no lo iba a consentir.

 

EL CONTACTO 0 DEFINITIVO

Entonces empecé de verdad el contacto 0, ahí se me cayó la venda del todo.  A partir de ahí fue cuando empecé a tener miedo, y me empezaron a aparecer las secuelas que te dejan estas relaciones. Lloraba mucho, lo pasé muy mal pero también sentía que por fin era libre, me sentía como si hubiera salido de la cárcel.

Si por ejemplo tenía que pasar por su barrio iba con miedo por si me lo encontraba por la calle, y miraba a todos los sitios. Y algunas secuelas más.

 

Por aquel entonces decidí ir a una psicóloga especializada en maltrato, y me dijo que mi ex era TLP, que detrás de un maltratador la mayoría veces hay uno. Me explicó que son personas que durante la infancia sufrieron abusos, abandonos o traumas y que eso les causa este tipo de trastorno.

Me dijo también que estas personas no cambian, que es muy difícil que cambien, por no decir imposible, es más fácil que se sometan a terapia que personas que tienen otros trastornos como el narcisista (los narcisistas es totalmente imposible que acudan a terapia y que cambien también es imposible) pero que aun así el TLP es muy muy complicado que acudan a terapia y hacerles ver que tienen un problema.

 

En resumen, que lo mejor es alejarse, porque aunque te digan que van a cambiar no cambian, me dio para que me leyera el libro del que habla David en este blog, Deja de andar sobre cascaras de huevo, y todo me coincidía. Esta psicóloga me ayudo muchísimo y me curo las secuelas, me enseñó a quererme yo misma, a vivir sin apegos a ser asertiva etc.

Ahora estoy muy bien, me encuentro muy feliz.  Siento por mi expareja TLP una indiferencia total y absoluta. He conseguido establecer una relación sana con una nueva pareja a la que adoro, y puedo decir que he superado completamente los efectos de aquella persona

 

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