Cada testimonio que leo en este blog me siento identificado. Antes de conocer y salir con mi ex pareja tóxica nunca me había planteado que una persona así pudiera entrar en mi vida. Para mí conceptos como bombardeo de amor, devaluación, descarte, triangulación, vinculo traumático o disonancia cognitiva entre otros eran totalmente desconocidos hasta que quede noqueado por mi ex pareja en este sentido.

Gracias a David y su blog pude darme cuenta de lo que me había pasado realmente y supe que tras esa persona amorosa, encantadora, atenta, cariñosa y entregada del principio se encontraba una psicópata narcisista encubierta, al menos es la impresión que a mi me da por como se desarrollo la relación que paso a describir a continuación.

 

INICIO Y DESARROLLO DE LA RELACIÓN

Conocí a esta persona en el trabajo, yo por aquel entonces andaba en una relación con otra persona y me llevaba muy bien con ella, por lo que le contaba todo. Al poco tiempo terminé con esta persona y se lo comenté a mi compañera. Casualidad que al día siguiente me viniera a decir que ella también lo había dejado con su novio. Esto me tendría que haber olido a chamusquina si por aquel entonces hubiera sabido más de estos temas, pero yo en ese momento le dije que lo sentía y poco más. La verdad que no me había fijado en ella como potencial pareja.

El caso es que ella empezó a ser muy atenta conmigo, me dejaba detalles en la mesa, se ponía a hablar conmigo siempre que pasaba por mi lado, me acompañaba al coche cuando salíamos de trabajar, entre otras cosas. Un día me soltó que si yo pensaba que ella tenía la lepra porque me separaba mucho de ella cuando me acompañaba al coche (chantaje emocional para captar atención), yo la dije que para nada que me caía muy bien.

 

Las conversaciones por Whatsapp empezaron a ser más intensas y me soltó un día que como ella se portaba tan bien conmigo que si eso sumaba puntos para intercambiarlo por algo como un beso. En ese momento ya captó mi atención y empecé a sentir cosas por ella.

Decidimos quedar un día después de salir del trabajo y ahí empezó todo. Lo que iba a ser un beso fue un arrebato por su parte de pasión descontrolada y la cosa acabo como acabo. Todo esto que cuento fue durante el transcurso de dos semanas y ahí empezamos la relación.

El primer mes fue maravilloso, atenta, dulce, cariñosa y halagos por todos los lados del tipo… los chicos como tú no sabía que existían, vales oro, es imposible no valorarte, tenemos muchas cosas en común y demás. Digamos que el primer mes fue la fase de bombardeo de amor donde las palabras se correspondían con sus acciones. Una cosa que me llamó la atención es que a los 3 días de estar saliendo ya me estaba hablando de cuando viviéramos juntos e incluso me insinuó que me fuese preparando para cuando seamos padres, así en plan de coña o eso es lo que yo creía.

En este primer mes yo ya estaba loco por ella. De hecho ella me afirmó en varias ocasiones que yo la iba a dejar y que cuando viviéramos juntos la iba a tener que soportar a lo que yo la dije que ni se me pasaba por la cabeza y que yo encantado de soportarla. Otra cosa que me llamó la atención es que en la primera semana de salir me contó detalles muy íntimos sobre ella, incluso en temas que quería hacer sexualmente. Y también me hablo de sus ex parejas como maltratadores psicológicos.

El segundo mes la cosa parece que se enfrío un poco, seguían las palabras bonitas pero ya se la notaba algo distante. Para entonces a mí ya me tenía enamorado y era yo el que me acercaba siempre para dar muestras de cariño. Cometí el error de decirla que la quería y aquí creo que empezó la devaluación cuando comprobó que me tenía ya en sus garras. De hecho en este mes me soltó que su ex le había llamado porque quería volver con ella y que ella le había dicho que estaba muy a gusto conmigo (triangulación para causar celotipia).

El tercer mes fue el peor de todos (descarte). Decir que se aprovechó de mí económicamente con la excusa de que había tenido muchos gastos, y yo como un tonto pagaba todo. Empezó a darme una de cal y otra de arena con cosas muy incoherentes.

Tan pronto me decía que quería pasar una noche conmigo como me decía que entendería que yo la quisiera dejar. Empezó a decir que estaba con ansiedad, que estaba rara, agobiada y que no podía darme lo que yo quería en ese momento. Me dijo que lo raro es que yo no la hubiera puesto los cuernos. Yo como buena pareja le dije que estaba para las buenas y para las malas y que la iba a apoyar porque la quería.

 

Ella me agradecía mis palabras que decían que la tranquilizaban. Cometí el error de decirla que lo único que me preocupaba es que se cansará de la relación, y en ningún momento fue tajante a la hora de negármelo sino que más bien me dijo que si eso pasase me lo diría.

Eso me generó cierto tufo y la insinué que las tías se cansan enseguida de las relaciones, a lo que me contestó que las hormonas son muy malas. Esto me dio a entender que sus hormonas estaban apuntando para otro lado. Aún así fui un ingenuo de pensar que si le demostraba amor y apoyo la cosa iba a cambiar… iluso de mí.

Fue entonces cuando a final de mes, en mi última muestra de cariño, cuando fui a darle un beso y un abrazo me llevé un manotazo por su parte. Dos días después de eso me dijo de celebrar nuestros 3 meses para irnos por ahí, y me estuvo mandando planes para decidirlo al día siguiente mientras comíamos.

 

EL FIN DE LA RELACIÓN

Al día siguiente me dejó con el típico no es por ti es por mi y que lo sentía. No llegamos a comer. Yo quedé noqueado y me piré, acaba de ser descartado de la peor manera posible por una persona para la que hace 3 meses yo lo era todo para ella.

En el trabajo ya ni me miraba a la cara, no existía para ella. Tuvimos una discusión por Whatsapp donde yo le dije las cosas claras de lo que había pasado y se lo tomo como si le hubiera jodido la vida.

Aquí fue donde le dio la vuelta a la tortilla para quedar ella como la víctima y decirme que yo había mostrado una persona que no era para nada (proyección psicológica de lo que ella había hecho realmente) y que no confiaba en mí. Desde entonces está todo el día con llamaditas, mesajitos y cuchicheos y a los pocos meses de dejarme ya ha dicho que se muda… intuyo que con otro tío.

 

Aún así ella se encarga de que me vayan llegando las cosas para seguir jodiéndome y provocarme emociones y reacciones negativas que le generen su combustible narcisista. Yo por supuesto paso de todo y voy a mi bola, no hay cosa que más les joda que no te generen reacción.

Aún así no tengo superado del todo la disonancia cognitiva entre la persona amorosa del inicio de la relación y la fría y calculadora de ahora que quiere seguir haciéndome daño incluso después de haberme dejado.

Gracias a David por haberme hecho comprender todo esto, todas las fases por las que he atravesado y darme las pautas para hacer frente a la situación.

Me sigue apoyando incluso después de haber hablado con él, ya que por desgracia no puedo aplicar el contacto 0 con ella al tener que verla todos los días en el trabajo, y los ánimos y el apoyo de David me hacen mantenerme firme e inflexible ante esta persona.

Por supuesto ella sigue siendo un encanto con el resto de personas, pero yo ahora para ella soy el ser mas detestable que puede haber, y ya se habrá encargado de dejárselo claro a su actual pareja, es decir, suma a la lista un maltratador psicológico más.

 

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