Hola a todos, soy Guillermo, soy abogado, tengo 32 años y esta fue mi experiencia con una mujer con TLP y rasgos psicopáticos.
COMIENZO DE LA RELACIÓN
Contactamos a través de una App de citas y nos conocemos en mayo de 2021. Cuando la conozco, me da la sensación de conocerla de hace tiempo, conectamos casi al momento. En la primera cita parecemos ya buenos amigos, hablamos de música, de cine, de viajes…
Ella parece tener los mismos gustos e intereses que yo así que la conversación fluye fácil. Ella es muy atractiva, ojos azules, pelirroja, alta y gimnasta. La atracción sexual y el propio sexo son increíbles.
Seguimos conociéndonos, pero yo empiezo a observar que ella tiene un nivel de intensidad demasiado grande y exagerado para llevar tan poco tiempo conociéndonos. Decido cortar con ella al no sentirme yo preparado en ese momento para tener una relación tan rápido con alguien que apenas conozco.
Ella se lo toma tremendamente mal, empieza a decirme que “quién creo que soy”, que ella no quería nada conmigo más que “echar dos polvos”, etc. Yo simplemente pienso que es una reacción exagerada, pero sigo con mi vida.
Unos meses después, volvemos a hablar, yo sigo pensando que es una chica genial, con gustos, valores e intereses similares a los míos y que simplemente le había sentado mal que yo cortase con ella, algo entendible.
EL BOMBARDEO DE AMOR
Volvemos a quedar y esta vez sí, la relación comienza a surgir. De nuevo el sexo es increíble, quiere probar cosas nuevas, ella lo llama hacer “sesiones”, en ellas su gran obsesión es dominarme a mí; atarme, “castigarme”, en fin, podéis imaginar. Siempre probamos cosas nuevas y excitantes para los dos y yo me siento en una montaña rusa.
Ella está siempre disponible, deja de quedar incluso con su familia y amigos y queda conmigo siempre que ambos podemos, a las pocas semanas ya se pasa 2-3 días a la semana durmiendo en mi casa. Siempre nos reímos, hablamos sin parar durante horas y cada cita me parece mejor que la anterior.
Rápidamente se la presento a todo mi círculo. Ella es encantadora con mis amigos, con mi familia y conmigo, me siento en una nube, pienso para mí que me ha tocado la lotería sentimental. Me da muestras de amor que nadie me había dado hasta entonces. Me acompaña a un concierto en Barcelona sólo porque a mí me hacía ilusión ir, aun teniendo que trabajar ella al día siguiente y suponer conducir de vuelta a nuestra ciudad toda la noche.
En menos de dos meses, prácticamente está viviendo conmigo en mi casa. Si bien entonces creí que fue idea mía, ahora veo que usó la manipulación para hacerme llegar a esa situación, ya que a mí me parecía que era muy pronto para eso, pero ella me decía que venía 4 o 5 días a dormir conmigo y que tenía toda su ropa en el coche como una “vagabunda”; así que yo le dije que por favor trajera sus cosas a mi casa.
PRIMERAS ALERTAS
Las primeras alertas o “red flags” comienzan poco después de empezar a quedar, al mes ella decide dejarme porque “tiene miedo de que la deje yo”. Mi error ahí fue tratar de convencerla de que me gustaba y quería seguir con ella, al fin y al cabo llevábamos poco tiempo quedando y “qué era lo peor que podía pasar”… Tonto de mí.
Además de “dejarme” cada pocos meses y yo ir detrás de ella, hace promesas que no cumple, empieza a decirme que ella vive en mi casa, pero que seguirá pagando su piso y no pagará nada de mi alquiler ni de mis gastos “por si acaso” lo dejamos no se quede “en la calle”, ya que ella no se fía del todo de mí.
Durante más de un año que vivimos juntos, ella me dice que el mes que viene ya sí que se mudará, pero nunca lo hace. Yo le digo que miremos un piso juntos para que ella no se sienta que está “en mi casa” sino que sienta que es una casa de los dos. A ella le encanta la idea pero ese momento nunca llega porque ella nunca quiere hacerlo de verdad.
Tiene celos exagerados, sobretodo de mi mejor amiga Carla, yo se la presento con mi mejor intención para que vea que no tiene de qué preocuparse, pero sigue teniendo celos de ella aunque se hacen muy buenas amigas.
La cosa llega a tal punto que yo casi dejo de quedar con Carla por evitar “problemas” y, sin embargo, ella queda todas las semanas con ella. Lo que me parece raro pero yo ya soy un “yonqui” de ella y todo me da igual mientras ella siga conmigo.
COMIENZA LA DEVALUACIÓN
A los dos o tres meses de relación empieza la devaluación y la triangulación. Me dice que yo soy difícil, que soy complicado y que menos mal que ella está haciendo un “manual” para entenderme porque si no sería imposible para nadie estar conmigo.
Me compara con su ex novio, el que según la ocasión era desconsiderado y controlador o una bellísima persona, haciéndome ver que debía esforzarme más ya que según ella, nadie la había tratado nunca tan mal como yo, aunque tampoco me decía por qué.
Yo me creo todo esto y vivo en tensión constante, tratando de dar más y más y de llegar a unas expectativas imposibles. Os aseguro que nunca he dado tanto en una relación ni me he vaciado tanto con alguien.
PRIMERA GRAN PELEA
El 1 de enero de 2023 (año nuevo) me entero de que se ha liado con un chico ese mismo día ya que él mismo me lo dice. La reacción de ella es negarlo, atacarme y bloquearme. Yo estaba volviendo de comida familiar y cuando llego a Valladolid veo que se ha ido de casa y me ha dejado con una nota.
Desconcertado, voy a buscarla a su casa, llamo al timbre, pero nadie contesta. Espero allí 10 minutos pensando que no estará y decido irme. Cuando llego al portal me encuentro con la Policía Nacional entrando. HABÍA LLAMADO A LA POLICÍA! No puedo entender nada, yo creía que no estaba en casa.
Ellos me interrogan y preguntan a los vecinos, al no haber oído nadie nada extraño y verme a mí calmado aunque muy desconcertado me dejan ir sin más, aunque me recomiendan que no tenga más trato con esta persona. Ojalá les hubiera hecho caso!
Después de una semana, ella me contesta a un parrafazo que le mandé en que le decía que cómo podía haberme hecho eso, que parecía que tenía dos caras, etc. Quedamos, me cuenta que las cosas no son como creía, que el chico se la lanzó y ella se quitó y que lo de la Policía fue porque estaba con una ataque de ansiedad y al ver que estaba en su puerta, se lo dijo a una amiga y ella fue quien llamó. De nuevo, tonto de mí, decido creerla y retomamos la relación.
RECONCILIACIÓN Y CONVIVENCIA
En esta segunda etapa de la relación y durante unos pocos meses, todo parece salido de una película romántica. Somos básicamente un matrimonio de recién casados en su luna de miel, reímos juntos, hacemos planes, planeamos viajes…
Nos vamos a Roma por semana santa, yo cada día me siento feliz. Pienso que todo lo malo ha quedado atrás y que si hemos superado lo de enero podremos con cualquier cosa.
Asistimos juntos a terapia de pareja y yo solo le pido que no vuelva a desaparecer así, que me hace un daño terrible. Ella me jura y perjura que nunca más me hará algo así, que yo soy su “hogar” y su “familia”, el amor de su vida y que me ama con locura.
Sin embargo, tengo la sensación continua de que algo no va bien, me siento siempre en tensión, con miedo a provocar una discusión o de que me abandone. Ella sale poco, pero cuando sale desaparece durante horas y peor, se conecta a Whatsapp pero no me contesta, lo que me provoca mucha ansiedad.
La cosa llega al punto de que empiezo a perder pelo por una enfermedad autoinmune provocada por estrés; Alopecia areata, lo que me produce “calvas” aleatorias en la barba. Yo en ese momento no lo achaco a ella porque para mí ella es mi mundo, en ese punto yo ya tengo tal grado de adicción a ella que, aunque se me cayera la piel a tiras, no hubiera pensado que es por algo que ella me provoque.
SEGUNDA GRAN PELEA Y DESCARTE FINAL
En junio de 2023, yo me voy de viaje a Barcelona por trabajo. Lo normal es que cuando voy vaya todo el fin de semana porque hay aviones de ida y vuelta los viernes y domingos y por comodidad lo hago así; en cambio, como yo ya vivo en un estado de ansiedad constante si me separo de ella (me he vuelto totalmente dependiente), decido ir el viernes en avión y volver el mismo sábado en tren (un viaje de 6 horas).
Esa misma semana, incluido el viernes, ella está especialmente cariñosa, me dice que quiere una familia conmigo, que quiere hijos y que soy el amor de su vida.
Hace especial hincapié en que somos un equipo y la suerte que tenemos de estar juntos. Pues bien, cuando llego el sábado de Barcelona ella me llama y me dice que no puede ir a buscarme a la estación, que coja algo de cena y me espera en casa.
Cuando llego, había desaparecido de nuevo. Sus cosas no estaban y me volvió a dejar con una nota. No me había bloqueado así que la llamo y la escribo pidiendo explicaciones ya que no podía entender nada.
Me lee pero no me contesta, yo estoy totalmente arrebatado, le mando un audio diciendo que es una “cabrona” una traidora y que cómo podía hacerme esto. No contesta.
Llamo a mi amiga Carla, ella me dice que no quiere hablar conmigo y que “cómo puedo ser tan mala persona”.
Mi cerebro entra en barrena, no entiendo absolutamente nada de lo que está pasando, hace literalmente un día me estaba hablando de tener hijos y ahora ha desaparecido y además mi mejor amiga me dice esto.
Después descubriré que llevaba meses envenenando a mi amiga contra mi, diciéndole que yo hacía su vida un infierno. Que la gritaba, que pasaba de ella y todo tipo de mentiras. Por suerte, a día de hoy mi amiga me creyó ya que la propia TLP la bloqueó a ella también cuando me da la oportunidad de hablar conmigo y escuchar mi versión.
Vuelve a los dos días, como si nada hubiera pasado, pero vuelve a dejarme, se pasa así tres semanas, entrando y saliendo de mi casa y de mi vida como le conviene. Para mí es una tortura psicológica terrible. Finalmente, desaparece definitivamente y me bloquea del todo, yo en ese momento soy un muerto en vida.
HOOVERING
Desde julio empiezo a ir a terapia, descubro lo qué es el TLP, el trastorno narcisista, los psicópatas integrados y todo empieza a encajarme. Yo tengo PTSD y disociación de la realidad, para mí no puede ser la misma persona con la que vivía y la que me había causado tanto dolor.
Poco a poco voy saliendo adelante, recupero amistades, empiezo a centrarme en mi y aunque el dolor es terrible me obligo a seguir.
En septiembre, recibo un mensaje suyo. Tercer gran error, lo contesto. Hablamos y quedamos el mismo día.
Ella me dice que me ha echado de menos, que soy el gran amor de su vida, que no sé cuánto significo para ella. Me habla de quedar, de irnos de viaje juntos, de hacer planes…
Yo estoy muy reacio ya que ahora sé que es una persona TLP y con claros rasgos psicopáticos y en resumen una persona peligrosa y dañina para mí. Al final, cedo y le digo que si bien ahora no, que con el tiempo podremos ir viendo qué pasa. Cuando le digo eso, ella me dice que el “único problema” es que ella está conociendo a alguien, pero que podemos ser amigos.
Yo estoy furioso, ¿por qué juega así conmigo? Parece que es por pura diversión y yo no lo soporto. Me entero de que no es que esté conociendo a alguien, es que es un compañero de trabajo con el que lleva quedando desde junio, estando conmigo, y que ya en julio, a las dos semanas de dejarlo conmigo, está prácticamente viviendo con él.
Yo me enfado mucho, le digo que pienso ir a su nuevo novio/víctima y enseñarle las conversaciones que tenía conmigo en las que me decía que me amaba, etc, etc. Ella viene a buscarme a mi trabajo, me monta un pollo terrible, finge un ataque de ansiedad. Yo le digo que no le diré nada a su novio pero que me deje en paz que no quiero saber nada más de ella nunca.
FALSA DENUNCIA Y DIFAMACIÓN
Al día siguiente, me llama la Policía. Me ha puesto una denuncia por violencia de género. En concreto por: acoso, amenazas, agresión sexual, vejaciones y coacciones y medio Código Penal.
Yo no me puedo creer esta pesadilla. Voy a comisaria asumiendo que me van a detener y que voy a tener que ir al Juzgado esposado (recordad que soy abogado, así que la humillación es terrible). Me dicen que no me van a detener ya que no tengo antecedentes y que tampoco ven muy sólida su declaración. Todo esto lo hizo para asegurarse de que yo no fuera a avisar a su nueva pareja y le quitase la máscara, que es lo único que les importa a estos monstruos.
En un primer juicio me absuelven de todo, le deniegan la orden de protección y archivan todos los procedimientos salvo por el audio de Whatsapp de junio, en el que claramente le digo, eres una cabrona; por el que se me puede imputar un delito de vejaciones leves.
En segunda instancia, me condenan a 6 meses de orden de alejamiento hacia ella y 10 días de arresto domiciliario. Yo, como abogado, no puedo dar crédito. Un único insulto hace más de 4 meses y en un estado emocional en que estaba fuera de mí, aportando un informe psicológico en el que se explica el daño psicológico que he sufrido. Nada de eso importa, me ponen la pena máxima posible.
He recurrido esta Sentencia y estoy a día de hoy pendiente de lo que pase en la Audiencia. Entre abogados y psicólogo, me he gastado ya más der dos mil euros por esta persona y esto sólo si contamos después de dejarlo.
Esta persona me ha destruido, siento que ha violado mi alma y mi ser más íntimo. Es una depredadora de humanos que no tiene más aprecio por los demás que el que tú puedas tener por un jersey. Mi autoestima ha quedado destrozada y yo nunca he tenido problemas de autoestima ni mentales de ningún tipo hasta que la conocí.
Ya me ha pasado dos veces intentar conocer a una chica y si por h o por y la conocen o conocen a alguien de su entorno, han dejado de hablarme directamente. No quiero ni pensar lo que ella pueda estar diciendo de mi por ahí.
REFLEXIÓN FINAL. CONCLUSIONES Y CONSEJOS
Si has pasado por algo así, ten claro que eres una víctima. No has hecho nada malo como para merecer ese trato. Esto es fundamental que lo entiendas. Diste con el mal, con alguien que quiso hacerte daño, te estafó y te engañó y eso no es tu culpa. Mi recuperación aún tardará meses, pero cada día estoy un poco mejor y sé que saldré adelante.
– Huye en cuanto veas las primeras señales, esta gente no va a ir a mejor ni muchísimo menos va a cambiar. Seas quien seas, mereces alguien sano que te quiera y te respete.
– Toda la información que les des la usarán más adelante contra ti. Es muy importante que aunque intentarán llevarte al límite, no debes perder nunca los nervios ya que no les temblará el pulso de usar a la Policía y todas las herramientas que les da la Ley contra ti.
– Documenta todo lo que pase con esa persona, así el gashlighting y la manipulación podrán tener menos efecto sobre ti.
– El contacto cero es la única forma de superar esta situación. No caigas en ningún intento de hoovering, son trampas. Esta gente no piensa como tú y yo, tienen un desarrollo emocional podrido y retorcido y estar cerca de ellas es sencillamente un veneno que te destruirá poco a poco.
– Busca ayuda profesional. Acudir a terapia realmente es útil y te va a ayudar si te lo puedes permitir. Aparte de eso y aunque suena a tópico, sal con amigos, haz deporte, busca un nuevo hobby y trata de conocer gente; de nada te servirá flagelarte en tu casa y preguntarte por qué. El porqué es porque diste con un/a trastornado/a y tú no lo sabías ni tenías las herramientas para gestionarlo.
– Edúcate todo lo que puedas sobre el tema: Narcisismo, TLP, psicópatas integrados… Lee todo lo que puedas del tema, te ayudará a entender lo que te ha pasado y, sobretodo, te ayudará a que no te vuelva a pasar.
– Rodéate de buena gente en la que sí puedas confiar y confía también en ti mismo, tenías una vida plena antes de conocerlos y la tendrás de nuevo, si bien necesitarás tiempo y esfuerzo, saldrás de esto más sabio y reforzado. Ten fe en el proceso de sanación.
No busques venganza, céntrate en ti y en tu recuperación. Si quieres venganza, que es normal, piensa que esta gente tiene un vacío en ellos/as que nunca van a poder llenar. Son gente miserable, depredadora y que no conoce el amor.
Tú podrás volver a amar algún día, ellos pasarán su vida amargados ya que saben perfectamente que están podridos por dentro. Que eso te sirva como venganza o justicia y tú sigue adelante.